Con el objetivo de mejorar los ingresos del sistema, la propuesta del Gobierno plantea la creación de una «cuota de solidaridad» sobre la parte del salario que actualmente no cotiza por superar el tope máximo de cotización, que será del 1% en 2025 e irá aumentando a un ritmo de 0,25 puntos por año hasta llegar al 6% en 2045.
Llegados al 6%, la empresa se hará cargo del 5% de la cuota y el trabajador el 1%. El resultado es que las bases máximas de cotización tendrán una cuota adicional que no supondrá una mejora de las pensiones de esos trabajadores.
Esta medida afectará a aquellas personas que tienen salarios superiores a los 53.946 euros en 2023, con una base de cotización mensual superior a los 4.000 euros. La media de la base máxima en la UE es de 6.000 euros.